
14 Mar Si no puedes con el estrés, únete a él.
Hoy en día todos vivimos con estrés, es casi imposible no padecerlo en algún momento de nuestra vida, y lo sé por experiencia. Muchos de mis pacientes lo padecen y en muchos casos es el estrés el que genera el resto de problemas: salud, relación de pareja, problemas en el trabajo, etc. Por eso es importante más que combatirlo, aprender trucos, habilidades para gestionarlo y que nos afecte lo menos posible a nuestra salud.
Los estudios científicos afirman que cuando la persona percibe una amenaza o se siente presionada, el hipotálamo inicia un sistema de alarma en el cuerpo, a través del sistema nervioso y hormonas como la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina aumenta el ritmo cardiaco, la presión arterial y aumenta el suministro de energía, mientras que el cortisol favorece la producción de glucosa en la sangre, altera las respuestas del sistema inmune, digestivo, reproductor y los procesos de crecimiento.
Por ello, la frecuente exposición al estrés genera daños físicos en el cuerpo, que merman la calidad de vida de las personas como dolor de cabeza, piel seca, tic nerviosos, obesidad, pérdida de cabello, acné, úlceras, reducción del deseo sexual, menstruación irregular, depresión, insomnio, enfermedades cardiacas…
Y tal y como he visto numerosas veces, mantener un estrés prolongado con el consiguiente agotamiento, provoca en muchos casos aumento de inseguridades e incapacidad de hacer frente a los retos de la vida. El cerebro comienza a verse superado y no puede adaptarse a estímulos constantes, con lo cual, llega un momento que la mínima cosa puede parecer demasiado.
TRUCOS PARA MANEJAR EL ESTRÉS:
Cómo parece que con el ritmo de vida actual es imposible no padecer de estrés, he recogido unos cuantos consejos y ejercicios de mi método Belove para aprender a controlarlo:
1- Reduce tu nivel de exigencia y los “ tengo que…” y “debo de…”, para dar prioridad a tu salud, tu bienestar y felicidad, al fin y al cabo no viniste para cumplir las expectativas de nadie ni demostrar nada y seguro que puedes encontrar la manera de priorizar lo que es más importante de lo que realmente no lo es tanto.
2- Pasea por la naturaleza y desconecta de ruidos, móviles… Se sabe que el contacto con la naturaleza reduce la ansiedad y además es una buena manera de hacer ejercicio, oxigenarte, movilizar las toxinas propias del estrés y disfrutar.
3- Practica regularmente la meditación, simplemente 5 minutos tomando consciencia de tu respiración y libre de pensamientos. Aunque no lo parezca, está demostrado que tiene efectos inmediatos y muy beneficiosos en nuestro cuerpo.
Si no sabes o no quieres hacerlo, al menos sé más consciente de ti misma y cuando sientas que estás acelerada, vas con prisa, corriendo o tienes los hombros contraídos, para de hacer lo que estés haciendo, sea lo que sea, y dedícate un par de minutos. Realiza 5 respiraciones profundas, relajando los músculos, las preocupaciones y dándote permiso a soltar y a comenzar de nuevo con energía renovada y serena. Este simple ejercicio te dará mayor claridad.
Hazlo varias veces al día: mientras conduces, o caminando hacia el trabajo, cocinando, en las pausas en la oficina…
El gesto de dedicarte un instante a ti misma, concentrarte en cómo te sientes y cómo estás mientras respiras, es un importante acto de amor propio que te será de verdad de gran ayuda.
4- Practica visualizaciones, son especialmente beneficiosas porque te guían a verte y sentirte saludable, relajada y feliz. El cerebro no distingue entre realidad y ficción así que, mientras las haces, empieza a segregar hormonas relajantes y trabaja todo lo necesario para manifestar lo que estás visualizando. Es un momento que te tomas para ti, para tu tranquilidad y bienestar. Si eres capaz de buscar el momento para realizar visualizaciones en medio de tu ajetreado día, estarás dando un gran paso y un acto de amor que te vendrá fenomenal y te hará sentir genial.
En la web tienes meditaciones gratuitas para escucharlas cuando quieras, te serán de gran utilidad si padeces estrés.
5- Realiza regularmente ejercicio físico que te ayude a soltar adrenalina, a desconectar y a equilibrar tu cuerpo.
Pero es muy importante que hagas el deporte que a ti te gusta y te hace sentir bien, no aquel que vuelve a ser un esfuerzo o una obligación.
Tienes mil opciones, tenis, yoga, zumba, bailar, pasear, andar en bici, montañismo, pilates….
6- Sal con amigos o familiares con los que puedas hablar y divertirte.
7- Lee libros que te nutran interiormente, contribuyan a tu desarrollo personal o también, aquellos que te hagan pasar un buen rato.
8- Aprende a escuchar tus necesidades y descansar cuando lo necesitas, sin atiborrarte a dulces, snacks salados o cafés, que silencian tu cuerpo y no te dejan ver que necesitas parar o cuidarte un poco más.
9- Pon alguna frase o imagen en tu lugar de trabajo o en algún lugar de la casa que te ayude a recordar que lo importante eres tú, tu tranquilidad y vivir feliz, para que no se te olvide con el ajetreo de la rutina del día a día.
Si te ha gustado el post y crees que los tips que doy pueden ayudar a alguna persona que conoces, amiga, familiar o compañero de trabajo compártelo y ayúdame a hacer difusión. ¡Hagamos que el estrés no pueda con nosotras!
Carmen Paz Rodríguez
Posted at 14:15h, 14 marzoExcelentes consejos !!!!!
Me encantan tus artículos!!!!
Disfruto aprendiendo contigo, gracias maestra !!!!!
Isa
Posted at 20:33h, 10 abrilA ver si aprendo a parar y hacer todo esto que dices,,gracias!